Monday, December 12, 2011

"¡RUSIA SERÁ LIBRE!"

La manifestación del sábado concentro a 10.000 personas según los organizadores. Los Incidentes fueron mínimos. Se reclamaron elecciones limpias y se anunciaron nuevas movilizaciones contra el gobierno.

En un ambiente festivo San Petersburgo ha vivido este sábado la mayor manifestación antigubernamental desde los años 90.

Los manifestantes se habían dado cita en un principio a las 14:00 de la tarde en la Plaza Vosstaniya, lugar céntrico que los fines de semana es de por si un hormiguero por las miles de personas que transitan por las tiendas de los dos grandes centros comerciales que rodean esta plaza y la estación Moskovsky, el mayor nudo ferroviario de la ciudad.


Ante el caos reinante la manifestación se movió a las 14:30 hacia la plaza Pionerskaya, emblemático lugar de acogida de los mítines de protesta peteburgueses, pero pequeño a todas luces para acoger a la masa que, recorriendo las calles del centro camino de su nuevo destino, va destapó su verdadero número. Miles de personas cortaron el tráfico, y es cuando se produjeron las primeras detenciones, de jóvenes que el la calle gritaban a coro “Rusia sin Putin”.



Una vez en la plaza la sensación fue de éxito. No cabía un alfiler, las calles aledañas a rebosar, y la policía manteniendo las distancias. Los policías desplegados eran jóvenes, muy jóvenes, quizás en un intento de las autoridades de acercar a las fuerzas de seguridad al pueblo, el hecho es que dejaron que el mitin se realizase con normalidad pese a los gritos provocadores que periódicamente lanzaban grupos de exaltados.


Los participantes, heterogéneos : comunistas, anarquistas, liberales, nacionalistas rusos….y sobre todo gente sin filiación política. Padres con sus niños, ancianos, jóvenes, universitarios, trabajadores de todas las edades, una radiografía de la Rusia que desea un futuro diferente al actual presente. La multitud portaba claveles blancos y lazos blancos en el brazo o la frente, símbolos de este movimiento.


El mitin comenzó, mientras la gente coreaba los eslóganes más populares “Rusia sin Putin”, “Putin a la cárcel”, “este es nuestro país, esta es nuestra ciudad”, “revolución”….y el coreado con más energía “Rusia será libre”.


Sobre el escenario, montado para esta ocasión, los “líderes” de esta “oposición” plantearon las reclamaciones : Elecciones limpias, registro de todos los partidos políticos ahora ilegalizados , repetición de las elecciones a la Duma. También si pidió que los nuevos diputados de los partidos de la oposición no tomen su cargo, como mecanismo para ilegitimizar el actual parlamento ruso.


Entre las intervenciones más aplaudidas estuvo la de Yuri Markovich, el abodado de Mijaíl Jodorkovski, que preguntó a los asistentes “por favor, decidme, ¡¿cual de vosotros tiene el dinero de Hillary Clinton?!”, en una clara alusión a la afirmación del primer ministro Ruso, Vladimir Putin, de que EEUU está financiando “con cientos de millones de dólares” a la oposición rusa.


Sobre el escenario tomaron la palabra Olga Kurnosova, Artemy Trositskiy o Victor Shenderrovich, todos ellos conocidos miembros de la vida civil rusa, ajenos a los principales partidos políticos de Rusia.

La crítica al partido gobernante, Rusia Unida, fue la tónica, y se recalcó la necesidad de “estar unidos” ante las elecciones presidenciales, que se celebrarán en marzo del próximo año.




Terminado el mitin el grueso de los manifestantes se dispersaron rápidamente ante el acoso policial, ya que los OMON, los agentes antidisturbios, fornidos adultos, no los jovencitos de antes, comenzaron a empujar en cerradas filas, para desalojar el lugar.


Los ultranacionalistas trataron de tener su minuto de violencia lanzando dos bombas de humo, pero el resto de los manifestantes se desligó rápidamente de ellos, abortando el intento de dar paso a la violencia. La manifestación terminó con la promesa de ser la primera de muchas.

Thursday, September 29, 2011

La crisis bielorrusa asfixia a los trabajadores

Disfrazado de minero, con documentación falsa e intentando poner mi mejor cara de trabajador bielorruso, accedo a las instalaciones de una de las grandes minas de extracción de minerales que rodean la pequeña ciudad bielorrusa de Soligorsk.

Desciendo dos kilómetros bajo tierra cubierto por una oscuridad total y acompañado de 28 hombres más, hombres a los que la actual crisis bielorrusa está obligando a trabajar por tres veces menos de lo que ganaban hace un año, salario con el que han de hacer frente a unos precios que, en ocasiones, se han multiplicado por cinco.

Hasta aquí he llegado de la mano de un hombre que trabaja en esta mina desde hace más de 30 años, y al que, por motivos de seguridad, llamaré Iván. Hace ya cinco años que debería estar jubilado, pero los 90 dólares de la pensión no le permiten ni siquiera pagar los gastos mínimos de luz y agua de su apartamento. Iván se mueve con una facilidad pasmosa por los oscuros pasillos de esta mina, conduce por las galerías un coche de fabricación alemana, y me enseña con orgullo la que ha sido su segunda casa durante gran parte de su vida. La crisis le afecta, aunque se esfuerza en mantenerse fuerte y digno : “trabajaré hasta que me muera, no hay otra solución”, afirma categórico mientras me deslumbra con el foco de su casco. Iván se está jugando el puesto al colarme en la mina, pero quiere que vea que su trabajo vale más que 250 dólares. Aquí, el hombre extirpa minerales de las entrañas de la Tierra, y lo hace con gran peligro para los mineros, y con una merma importante de su salud. “Ahora trabajamos para poder comer, pero si no venimos a trabajar, otros lo harán”. La posibilidad de declararse en huelga no entra dentro de los planes de Iván y de sus compañeros.

Las minas de Soligorsk

En la mina trabajan mayoritariamente hombres maduros, algún jóvenes y muchos jubilados. Como reconoce en las galerías otro minero: “aquí trabajan muchos pensionistas, con sus pensiones no se puede hacer absolutamente nada. Era así antes, es así ahora y así será mañana”.

La devaluación del rublo ha dejado los salarios de estos trabajadores que se juegan la vida bajo tierra, en cifras ridículas, y es especialmente irritante en este caso. La mina, de propiedad estatal, vende en dólares la mayor parte de su producción a

China, por lo que no está ingresando menos por su trabajo, aunque si está pagando menos a sus trabajadores, que reciben sus salarios en la devaluada moneda nacional.

Las minas de Soligorsk

El hundimiento del rublo bielorruso tiene gran parte de la culpa de que Iván y su familia lo estén pasando mal. Su sueldo se ha depreciado junto con la divisa nacional, pasando de un salario digno, que rondaba los 1500 dólares, a percibir apenas 250. La esposa de Iván, a la que llamaremos Yulia, reconoce que su hija, emigrada en Rusia, les ayuda a subsistir: “sin el dinero de nuestra hija y sin los productos de la dacha no tendríamos comida en la mesa”. Y bien cierto es, la mesa de esta familia tiene todo lo que da su dacha. De hecho, éstas vuelven a ser, como en tiempos de la Unión Soviética, un importante apoyo para re

dondear las cuentas de las familias.

Las constantes devaluaciones del rublo bielorruso frente a las tres divisas predominantes en el país: el rublo ruso, el euro y el dólar, han generado además un mercado negro lleno de especuladores y gente desesperada por conseguir divisas y venderlas al día siguiente a mejor precio. De modo que el mercado negro es, en la Bielorrusia rural, el único mercado posible. En los bancos de Sologorsk no hay a la venta ni un solo dólar, y , junto a las cabinas de cambio, revolotean ancianos y ancianas que montan guardia dura

nte todo el día para ofrecer a los vendedores de divisas un precio mejor que el que daría el banco. Efectivamente, al percatarse de que soy extranjero, me veo rodeado por varios ancianos que desean comprar mis euros. El banco me los compra a 7000 rublos cada uno, ellos llegan a ofrecerme 11500.

La caída a los abismos del rublo ha arrastrado a toda la economía. Los precios, fijados por el dólar, se han multiplicado, y los salarios, fijados en rublos, se han quedado en nada. Una joven bielorrusa afincada en España y de visita en Soligorsk, a la que llamaremos Tamara, también ayuda a su madre. Tamara ha traído euros en metálico, ya que es una misión imposible tratar de comprarlos en un banco de esta ciudad. “Ahora aquí con 100 euros (más de un millón de rublos) puedes hacer lo que quieras”. La cuenta del restaurante donde Tamara, su familia y yo comemos mientras hablamos de la crisis, ha ascendido a 60.000 rublos, algo menos de 6 euros, una cantidad irrisoria para un europeo, una cifra importante para la madre de Tamara, que cobra 800.000 rublos.



La situación en la capital bielorrusa, Minsk, es similar, si bien en algunos bancos, muy pocos, aún venden divisas, por lo que los trabajadores pueden asegurar sus salarios comprando dólares, aunque perdiendo gran cantidad de su poder adquisitivo.

Aquí, nada más montar en el taxi, ya me ofrecen comprarme toda la moneda extranjera que lleve encima, en este caso rublos rusos. Los dólares son los mas deseados, ya que el euro es demasiado caro. El rublo ruso no es lo más buscado, pero cualquier cosa vale para deshacerse de los rublos bielorrusos. En Minsk encontramos afortunados que, desde antes de la crisis, tenían fijado su salario en dólares. Este es el caso de Anna, que, hasta hace poco consideraba su salario de 400 dólares como un salario muy bajo, y que ahora, por arte de la devaluación, cobra mucho más que su marido, que recibe el sueldo en rublos, y que antaño le duplicaba el sueldo.

Bielorrusia puede por lo menos felicitarse de que la carestía de alimentos y de toda clase de productos que sobrevino hace medio año, tras la primera devaluación, haya quedado atrás. Ahora las estanterías de las tiendas y supermercados de la capital y la provincia vuelven a estar repletas, aunque pocos se pueden permitir los altos precios. Y es que, ante el temor de una segunda devaluación, que sí se produjo, los bielorrusos se abalanzaron a comprar antes de que los precios volviesen a dispararse, y dejaron temblando tanto las estanterías de los supermercados como los concesionarios de coches.

La otra cara de la moneda de esta crisis la encontramos en los empresarios, tanto bielorrusos como extranjeros, que cobran sus exportaciones en dólares y pagan a sus empleados en rublos bielorrusos. Así, un empresario español al que llamaremos Ramón, tiene ahora, gracias a la crisis, un ahorro muy importante en salarios. “Les pago lo mismo que antes pero me resulta casi tres veces más barato”.

La crisis económica va, como no podía ser de otra manera, íntimamente unida a la crisis política que vive el país, aunque esta cara de la crisis sea mas difícil de ver, ya que el régimen de Lukashenko ha conseguido anular las críticas mediante el miedo y la propaganda. Nadie en su sano juicio nombrará a Lukashenko en público, y de ser así lo hará en voz baja y, a buen seguro, ganándose la desaprobación de sus compañeros de charla. Para ello se utiliza la expresión “nuestro Presidente”. Según una creencia popular, al nombrar a Lukashenco por teléfono saltan las alarmas, ya que hay un programa destinado a detectar dicho nombre. La paranoia es real y afecta a todos los sectores de la sociedad.

La prensa, por otro lado, cumple su función. Todo está bien, no hay crisis, y el rublo pronto volverá a su sitio. A su vez, el régimen ha empezado una campaña publicitaria de exaltación del amor patrio, y todas las ciudades y pueblos bielorrusos están plagados de carteles de ciudadanos sonrientes o veteranos de la Segunda Guerra Mundial , junto al lema “Unidos, somos Bielorrusia”, o bucólicas escenas pastoriles junto al slogan “Amo Bielorrusia”.

El gobierno trata con estas campañas de capitalizar el sentimiento de consternación surgido tras el atentado en el metro de Minsk, en la estación de Oktiabrskaya, el 11 de abril de 2011, y en el que murieron 13 personas, sacudiendo violentamente a la pacífica y tranquila sociedad bielorrusa. El pueblo, incrédulo ante aquel cruel atentado contra civiles, sin reivindicación ninguna y, aún menos sin justificación alguna, sintió más que nunca desde su creación hace ahora veinte años, la unidad nacional, algo que no es ajeno al poder.

La investigación de aquellos atentados se cerro tras la detención de dos personas que, según las autoridades, admitieron su responsabilidad, aunque no trascendieron ni sus nombres ni las motivaciones de la acción terrorista. Según el gobierno, los atacantes se proponían “desestabilizar el país”. Ante la falta de una versión oficial convincente, la rumorología comenzó a funcionar: una de las versiones apunta directamente al KGB bielorruso, que habría tratado de generar miedo en la sociedad para luego afianzar su poder deteniendo a los “culpables”. Otra versión apunta a servicios secretos de algún país “amigo” de Lukashenko, que habría hecho el trabajo sucio al Presidente con la connivencia del KGB, para culpar después a la de por sí machacada oposición política.

Sea como fuere, fue precisamente la oposición política a Lukashenco la que sufrió el primer envite del KGB, en forma de detenciones, confiscaciones de material y acusaciones de terrorismo sin fundamento alguno. Tras los atentados, los periodistas del diario digital Charter-97 se exiliaron a Vilinus, ya que en Minsk sólo les aguarda el calabozo, mientras que el líder opositor Alaksandr Łahviniec realiza su trabajo desde Varsovia, para poder actuar más libremente.

UN CAMBIO NECESARIO PARA PERSEGUIR LA PORNOGRAFÍA INFANTIL

Apenas se necesitan unos minutos para encontrar en Vkontakte, la red social más popular de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, un listado de vídeos que muestran relaciones sexuales explícitas con menores. Hay usuarios que comparten de forma abierta en sus perfiles gran cantidad de fotografías y vídeos de pornografía infantil. Aunque parezca mentira, ni mirar ni descargar este material es un acto tipificado como delito.

La abogada Natela Panomareva cuenta desde su despacho de San Petersburgo, que según el artículo 242.1 de la Constitución de la Federación de Rusia, la ley contempla como delito el abuso en sí, y no especifica más, por lo que , legalmente, el consumo de pornografía infantil está dentro de la ley. También se estipula como delito la explotación comercial de este material, en el caso de que los padres del menor o una organización se lucren con ello. Por ello, teniendo en cuenta que los vídeos de pornografía infantil son expuestos junto a “banners” de publicidad, podría entenderse, según Panomareva, que Vkontakte los utiliza con ánimo de lucro, por lo que “legalmente podría procederse a su cierre, como el gobierno hace con las webs extremistas o terroristas”, asegura. Para esta abogada “la pornografía infantil en Internet tiene el peligro de que estimula a los pedófilos “latentes”, aquellos que nunca se habrían planteado la posibilidad de realizar sus fantasías, y que ven, gracias a Internet, que es posible”.

Según esta abogada peteburguesa, la posibilidad de aplicar la “castración química” para los pedófilos planteada por Pavel Astájov, defensor del menor en Rusia, y Yevugueni Bunimovich, defensor del menor de la región de Moscú y que parece contar con el apoyo del Kremlin, está lejos de poder llevarse a cabo, ya que implicaría profundos cambios constitucionales y legislativos. Por otra parte, Panomareva no termina de dar crédito a los resultados presentados por “Internet Wach Fundation” ( IWF) , según el cual el 20% de los abusos contra menores cometidos en el mundo y publicados en Internet son de origen ruso, aunque para la abogada “es evidente que la pobreza de las áreas rurales del interior de país es un caldo de cultivo para aquellos que pretenden explotar a los menores”. En este punto es fundamental, según Panomareva, que el estado garantice la seguridad de los menores sin padres, sin recursos o con problemas psíquicos, los más vulnerables ante los depredadores sexuales.

Yuri Sobolev es un joven informático ruso especializado en redes sociales: “VK es internacional, y tiene parte de sus servidores localizados en Londres, pero es un secreto el paradero del grueso del servidor”. Para Sobolev está claro : “la publicidad y sus ingresos, hacen responsable a VK de los contenidos que se publican. Si VK no detiene esto es por que hay intereses en que así sea”. Sobolev cree que uno de los motivos de que la pornografía infantil esté tan presente en VK y en la red rusa en general es la barrera idiomática, ya que una persona que no domine, o al menos pueda escribir en ruso, no podrá acceder a los contenidos, por lo que la posibilidad de denunciar esto se reduce a los ruso hablantes y, según Sobolev, “los rusos no quieren tener contacto con la policía. Un ejemplo es que en VK no existe la posibilidad de denunciar contenidos, al contrario que en Facebook, que se rige por normativas internacionales y que podría tener problemas si permitiese contenidos de este tipo”.

Sobolev cree que hay diferentes posibilidades de frenar este fenómeno; no permitir la subida de vídeos al perfil del usuario, tener la opción de denunciar los contenidos y aumentar el número de moderadores (aquellos encargados en filtrar los contenidos) que Sobolev cifra en una treintena, algo insignificante para los millones de usuarios que acceden diariamente a VK y que constantemente suben archivos de audio, foto y video a sus perfiles. Ante la eventualidad de que Moscú cambie la legislación actual y declare ilegal el consumo y la descarga de pornografía infantil, Sobolev asegura que entonces se podrá actuar, ya que los datos de los perfiles, aunque el usuario los borre, no desaparecen, por lo que podría rastrearse su tráfico de información y dar con ellos. Para este joven profesional, en este caso “VK muestra un claro desinterés por lo moralmente correcto”, punto en el que coincide con la opinión de un periodista de Fontanka.ru, que prefiere omitir su nombre : “Este es un problema de responsabilidad social de las empresas”.

Rusia cuenta con un departamento especial para la lucha contra los crímenes cibernéticos, el Grupo-K, con base en Moscú y un pequeño subgrupo en San Petersburgo. Oleg trabaja para estos últimos, es programador de profesión y se encarga de acceder a los ordenadores de los encausados. “El Grupo-K apenas actúa contra la pornografía infantil, no es delito, por lo que no se persigue”. Además, asegura Oleg, el grupo cuenta con escasos medios y se centra en crímenes económicos. Así, recuerda, “una vez encontramos una ingente cantidad de pornografía infantil en los discos duros de un detenido por fraude, todo aquél material fue desestimado, pues no se trataba de un delito”.

Oleg asegura que tendrían problemas en caso de querer bloquear el acceso a la red social, ya que “VK prefiere localizar sus servidores en el extranjero para evitarse problemas con las autoridades rusas”. Para este informático, aún contando con una ley que persiga la pornografía en Internet “los actuales medios son insuficientes, ya que el Grupo –K está saturado, y Rusia no cuenta con informáticos con la experiencia necesaria. Los chinos sabrían hacerlo, nosotros no”.

Según Oleg el 30% de la pornografía infantil en la red lo producen los propios menores, que esperan poder obtener beneficios económicos mediante páginas en Internet donde reciben una suma por cada visionado. También según Oleg, casi el 50% de lo subido a la red rusa proviene de Ucrania. “Todo se reduce a la responsabilidad, en la red rusa tan sólo el buscador Yandex trabaja con responsabilidad, el resto acepta cualquier material que les de acceso a usuarios, a publicidad, por tanto a dinero”.

Desgracidamanente, este material no se reduce a las redes sociales. En los últimos tres años han proliferado las páginas pesudo artísticas, que pretenden camuflar la pornografía entre una amalgama de moda y arte. En estas webs, niñas eslavas son explotadas sexualmente. Para acceder al contenido más explícito el usuario ha de pagar. Contra estas redes países como España, gracias a su legislación, actúan de manera periódica, deteniendo y encarcelando a aquellos que las visitan o bajan los archivos. En cambio, en Rusia, al no tratarse de un delito tipificado, depende tan sólo del criterio moral de los usuarios y de los servidores, los únicos que, a día de hoy, pueden poner coto a esta lacra.

Tuesday, September 20, 2011

LA OPOSICIÓN BIELORRUSA RESISTE LA PRESIÓN DE LUKACHENKO.


En un pequeño piso en la sureña ciudad bielorrusa de Gomel se encuentran las oficinas del grupo opositor “Movimiento para la Libertad”. Aquí las autoridades bielorrusas, poco amigas de las voces discordantes, parecen haber dejado un tiempo de tregua. Han sufrido arrestos, confiscaciones de material y constante seguimiento, pero al menos pueden seguir trabajando con relativa normalidad, no así como sus colegas de Minsk, disueltos por la presión y algunos en el exilio, o como la publicación “on-line” Charter-97, exiliada en bloque en Vilnius, Lituania.


Para concertar esta cita hemos andado con pies de plomo, sin revelar por teléfono cuando y donde, y limitando al máximo los correos electrónicos. Por mi parte pocas son las personas que saben que estoy aquí y he alquilado un pequeño piso por una noche para evitar el registro en un hotel. Puede parecer paranoico, pero al entrevistarse sin permiso de las autoridades con la oposición política, en la peor crisis vivida por el país desde que iniciara su camino independiente, y con el historial de periodistas bielorrusos y rusos que han conocido los calabozos del KGB bielorruso, toda precaución es poca.

Piotr Kuźniacoŭ, me recibe en su improvisado cuartel general, el salón y el dormitorio son las oficinas, con las paredes cargadas de recortes de prensa, casi todos extranjeros, donde aparecen sus acciones políticas, y con una gran bandera blanca atravesada por una franja roja, la bandera que la oposición quiere que substituya a la actual, heredada de los tiempos soviéticos, y a la que tan sólo se le eliminó la hoz y el martillo.


Piotr lleva muchos años enfrentándose al régimen de Lukachenko, y pese a que tras el atentado en el metro de Minsk en la estación de Oktiabrskaya, el 11 de abril de 2011, en el que murieron 13 personas, la presión ha aumentado notablemente, forzando al exilio a no pocos opositores, Piotr sigue en Gomel,

luchando cada día por hacer llegar a su pueblo las voces que los medios oficiales silencian.


Ricardo Marquina: ¿ que es lo que usted y su gente desean para Bielorrusia?


Piotr Kuźniacoŭ : “Progreso, democracia. Deseamos seguir los pasos de la Unión Europea. Queremos que nuestro pueblo avance en la libertad personal y económica”


R.M : ¿ Desean entonces seguir el camino tomado en los noventa por los países bálticos?


PK : “podría compararse con ese proceso histórico, pero con las excepciones lógicas de tratarse de países muy diferentes. En cualquier caso, el futuro de Bielorrusia pasa por la UE”.


R.M : ¿ que medidas son más urgentes en la Bielorrusia actual?


PK: “Lo primero es una reforma política, alejarnos del sistema ultra presidencialista de Lukachenko, La crisis económica actual, esta “crisis de las divisas”, es una consecuencia directa de la crisis política. Necesitamos un parlamento representativo y verdaderamente democrático. Aún así, la futura adhesión de Bielorrusia a la UE o incluso a Rusia ha de ser sometida a Referéndum.”


RM : Cual ha de ser la política en el futuro de Bielorrusia hacia Rusia?


PK . “Ha de ser la de buenos vecinos. Bielorrusia ha de pagar sus cuentas , el gas ruso, a precio de mercado, no hay que deber nada a nadie. Así tendremos una relación de amistad y no de dependencia.”


R.M : Resulta poco creíble las cifras con las que Lukachenko suele ganar las elecciones, siempre en torno al 90%. ¿cuál cree que es el apoyo real del Presidente entre la opinión Pública?


PK : “Antes de las elecciones y de que explotase la “crisis de las divisas”, el apoyo, en nuestra opinión, rondaba el 50 %, ahora, tras vivir las consecuencias de la crisis, estimamos que se encuentra en torno al 30%, pero es algo imposible de saber con certeza, ya que no tenemos un método independiente que valore este aspecto.”


RM : ¿y con que apoyo cuentan ustedes?


PK : “Nosotros , como grupo , es imposible de saber, pero nuestras ideas sí. Según encuestas recientes del propio gobierno el 52% de los bielorrusos desean integrarse en la UE, que es lo que la oposición en su conjunto reclama. Nuestro apoyo popular se ve muy mermado ya que Lukachenko hace propaganda desde los años 90 contra toda voz disidente. “


RM : ¿Qué presión han sufrido ustedes?


PK “Prácticamente la totalidad de los miembros de nuestro grupo han sido arrestados, yo mismo lo fui. Nuestra oficina fue asaltada y nuestro material confiscado, todo, papeles y ordenadores , tras los atentados de Abril. Los arrestados pasamos 5 días en el calabozo y tuvimos que pagar una multa de 250 dólares, un salario de un trabajador, a día de hoy.”


RM : ¿ considera su trabajo político como peligroso?


PK: “Siempre lo ha sido. Ahora, al menos aquí en Gomel, no hay peligro de arresto, pero los agentes de KGB vigilan quien entra y quien sale, y , evidentemente, escuchan nuestras llamadas. Generalmente también nos visitan de vez en cuando.” (Risas)


RM ¿ la presencia del idioma bielorruso en la vida publica es muy escasa. ¿ cual es su receta para cambiar esa situación?


PK: “Hay que poner el Bielorruso de moda, como en su día ocurrió con el ucraniano. Los jóvenes han de sentir el orgullo de hablar bielorruso como el símbolo de una nueva Bielorrusia libre.”


RM : La bomba del metro de Minsk ¿ saben ustedes quien fue?


PK “No, pero con un 100% de seguridad le puedo decir dos cosas. Primero, no fue nadie de la oposición, y , segundo Lukachenko sabe perfectamente quién fue, pero no lo dirá. También sabemos que no habrá más. Un nuevo atentado podría dar pie a un levantamiento popular.”


RM : la gente no habla de política en público ¿tienen miedo?


PK:” Sí, el sistema está hecho para que la gente tenga miedo.”

Sunday, October 31, 2010

CHINAS EN LOS ZAPATOS

El Kremlin se embrolla en una lucha desigual con la oposición democrática.


Al grito de “Rusia será libre” los manifestantes de la llamada Plataforma 31 se reunieron de nuevo para exigir el derecho a manifestarse, derecho reconocido por la Constitución Rusa en su artículo 31, y que de facto está muy lejos de ser respetado.

Sin el permiso concedido para manifestarse, un millar de personas se juntaron en el centro de San Petersburgo, a la misma hora que sus compañeros de lucha lo hacían en Moscú, las 18:00. Rodeados por fuerzas antidisturbios los manifestantes sufrían intermitentes subidas de ánimo que culminaban con la intervención contundente de las fuerzas del orden , que reducían con rapidez y violencia a aquellos que demostraran estar “manifestándose”, esto es, soltando proclamas , gritos contra el gobierno o arengas al cambio político. Tras 7 intervenciones policiales, 3 autobuses de detenidos y una hora y media de tira y afloja con la policía, la “manifestación” se disolvió por si sola.




Cabe señalar que juzgar una manifestación rusa tras el prisma europeo es un error que nos llevará a no entender nada. Ni es lo mismo, en ninguno de sus matices, llamar “fascista” a un antidisturbios europeo que a uno ruso, ni tiene el mismo valor reunir mil personas dispuestas a manifestarse y a pasar la noche el en cuartelillo en Copenhague o Madrid que en Moscú o San Petersburgo. Lo que en Europa se denomina “déficit democrático”, termino aséptico para describir que no hay libertad real, es en Rusia un puzzle complejo en el que el peso específico de la mentalidad bolchevique juega un rol mayor de lo imaginado inicialmente.


La pasividad general por la política, fenómeno que parece propagarse por toda Europa, tiene en Rusia uno de sus ejemplos más superlativos. Las décadas de pensamiento único y la percepción general e innegable de que “las cosas van mejor” hacen que las libertades que no tienen que ver con lo económico sean victima fácil de la voracidad monolítica del genuinamente ruso “Capitalismo de Estado”. El dinero puede ser libre, las personas no. Así, la población “general”, con un buen teléfono en el bolsillo y un coche en el garaje ve en estos manifestantes en el mejor de los casos un incordio y , por l

o general, un problema, con lo que la protesta queda neutralizada por si misma.


Por ello resulta paradójico que un régimen como el ruso, fuerte y bien asentado en las estructuras feudales del Partido Único, (edificio ideológico-burocrático del que fueron desalojados los comunistas, reconstruido y ahora habitado por el oficialista Rusia Unida) se tome tantas molestias en impedir que un millar de personas a las que casi nadie toma en serio, se manifiesten, comprometiendo la imagen internacional de Rusia como país miembro de las “sociedades civilizadas”. Al tratarlos con dureza, el Estado da a los manifestantes estatus político, crea una imagen de “resistencia”, de “oposición al régimen” que, si bien existe, dista de tener fuerza real, por ello, el Kremlin se crea un enemigo inexistente, lo refuerza y lo alimenta. Si estas manifestaciones transcurrieran sin la opresión policial ni tendrían repercusión política, como de hecho apenas tiene, ni eco mediático.


Friday, March 26, 2010

“LA LUCHA ESTÁ EN LA WEB”


Anna Naumova y Ricardo Marquina.


No son militantes socialistas, liberales, comunistas, no han participado en sindicatos o en marchas por los derechos humanos, son miles de rusos y rusas cansados de vivir en un país abrumadoramente corrupto, que comprenden que la política tradicional no sirve ni para cambiar las cosas ni como mero vehículo de expresión del descontento. Así que, desde la Red de redes comparten información, se organizan y atacan.

Alexey, un moscovita de 27 años, es el claro ejemplo de esta “revolución” cibernética. Un tipo absolutamente normal, un trabajo corriente , una preparación universitaria media. Nuca había participado en ningún tipo de actividad social, pero, desde hace unos años, no le gusta lo que ve en su país, así que decidió dar su pequeño, pero importante paso, abriendo una página web ( Vegetativos No, un juego de palabras en ruso, que expresa el rechazo a aquellos que se niegan a pensar por si mismos), en el que se dice todo aquello que calan los medios tradicionales, prensa y TV, de una manera irónica . “Lo principal es que la gente ha comenzado a pensar en nuestro país, y se pasan la información gracias al “copiar y pegar” dice Alexey, “eso es lo fundamental, después, si puedo molestar a alguien con mis acciones , funcionarios, por ejemplo, mucho mejor”

Una de las acciones más notables de Alexey y otras web afines fue denunciar un paradigmatico caso de corrupción rusa. El pasado 25 de febrero el Vicepresidente de la empresa petrolera Lukoil, Anatoliy Harkov, decidió que el atasco clásico de medio día en las calles moscovitas no iba acorde con su estatus de poderoso “bussines man”, así que puso su mercede S 500 a toda pastilla por el carril contrario de una de las principales avenidas del centro de la ciudad, Leninskiy Prospect, de tres carriles por sentido, causando un accidente al chocar frontalmente con el utilitario rojo marca Citroen que conducía Olga Alexandrina. Ella y su madre, Vera Sidelnikova , que viajaba a su lado, murieron sobre el asfalto.

Anatoliy Harkov aseguró a los agentes que fue el coche de Olga y Vera el que chocó contra su flamante coche de ejecutivo, pese a los coches siniestrados se encontraban en mitad del carril contrario. Nadie vio nada, en pleno centro de Moscú , con la calle atestada, como siempre, en un día soleado, así que, sobornando a unos y otros, Anatoliy Harkov se fue a su casa y siguió con su vida.

Al menos hasta que la web, capitaneada por Alexei comenzó a mover sus contactos en busca de testigos. A la iniciativa se sumaron webs afines y la definitiva aportación de el rapero ruso “Noise MC” que colgó en Youtube su video “Mercedes666” en el que en su estribillo rapea la necesidad de encontrar un testigo para “reponer la justicia” . El testigo apareció y se ha aceptado en el caso, aunque a día de hoy la versión policial sigue siendo que fue Olga, la que, conduciendo por su carril, chocó frontalmente contra Anatoliy Harkov. El “bussines man” sigue haciendo negocio, y conduciendo un coche nuevo.

Fue sólo después de que Internet popularizase el caso que los “medios tradicionales” se hicieron eco del asunto, ya que el video del accidente supera las 60 mil visitas, y el Rap de Noise MC llega a las 20 mil. Y así, los programas satíricos y de actualidad destaparon al gran público el escándalo, dejando a las claras que Rusia está más que harta de la corrupción y la impunidad criminal de los poderosos.

“La batalla está en la Web” asegura Alexey, y es cierto, en ella podemos encontrar sin censura los libros prohibidos en Rusia, como “La Rusia de Putin” o “Rusia dinamitada” de los asesinados Anna Politkovskaya o Alexandr Litvinienco, en versión PDF listos para descargar, y en ruso, algo que es imposible en cualquier librería del país. Además, la reforma del Ministerio del Interior ruso anunciada por el Presidente, destinada a acabar con una corrupción endémica en las fuerzas del orden, fue la reacción a denuncias públicas y abiertas en Internet, como la del mayor de policía Alexei Alexandrovich Dymovsky, que colgó en Internet su denuncia de la absoluta corrupción que vive el cuerpo de policía. O más recientemente, la denuncia de varios moscovitas, a quienes la policía obligó a ejercer de barricada con sus vehículos en una avenida moscovita para detener a dos criminales, que, para más INRI, escaparon.



Tuesday, March 16, 2010

LETONIA RECUERDA A SUS VETERANOS DE LAS WAFFEN SS

Bajo una nevada copiosa los veteranos letones que en la Segunda Guerra Mundial lucharon codo con codo con los alemanes de las Waffen SS, la más temida y odiada de sus unidades militares, y sus jóvenes acólitos se cobijan en una iglesia del hermoso y tranquilo centro de la ciudad, Riga, antes de encaminarse a realizar su ceremonia, una entrega floral al pie del monumento a la Libertad, que ha sido prohibida por las autoridades, y que conmemora cada 16 de marzo la victoria, que a la postre resultaría inútil, de los Legionarios letones sobre el ejército rojo.

La policía acordona la zona, y el sol a salido para alegría de las decenas de ancianos que se dirigen entre cánticos patrióticos, hacia el monumento de la Libertad, flanqueados por jóvenes que, firmes, sujetan el estandarte letón. Entre los asistentes ondean las banderas de las tres repúblicas bálticas, y los veinteañeros son mayoría. Fuera del nutrido cordón policial, cuyos miembros están armados con fusiles de asalto, un centenar de personas, la mayoría ancianos ruso parlantes, protestan, disfrazados algunos de ellos de prisiones de campos de exterminio nais.

Pese a testar prohibida, la concentración transcurre según lo previsto por las organizaciones de ultra derecha como “Davgavas Bangui” (los halcones de Davgava), cuyo líder Janis Atis Krumins cede todo el protagonismo a los octogenarios agasajados, es más, los que parecen infringir la ley son aquellos que protestan contra esta demostración, que son cercados por las fuerzas del orden.

La tensión estalla en un momento dado, cuando un reportero de Russia Today, la cadena oficialista rusa, intenta realizar su trabajo cerca de la entrega floral. La multitud se enfurece cuando le escuchan decir que esta frente a “una exaltación del patriotismo letón” . ¡Nosotros somos los auténticos antifascistas!, le grita Oleg, un veterano, ahora pensionista, que domina el ruso, el inglés y el alemán. “Nosotros luchamos contra el fascismo soviético, contra los años de terror que se avecinaban, yo sobreviví, ¡Dios me salvo! Y mi orgullo es venir aquí, con los patriotas letones”.

Y e aquí el centro de la cuestión. El nacionalismo Letón, generado como en el resto de repúblicas ex soviéticas a partir de un odio a Rusia, presenta la lucha de estos legionarios, unos 130.000, en las filas de los ejércitos de Hitler, como la única manera que tenían los letones de luchar contra el comunismo, su argumento es que no luchaban por el Reich, luchaban por su libertad. Pero Oleg no puede evitar salirse del discurso políticamente correcto y coherente que me presentaba, al preguntarle por que otros letones, al otro lado de la barrera policial, le llaman a él y a sus compañeros “fascistas”. “Esos no son letones, son ocupantes rusos y sus hijos ideológicos, que contaminan Letonia, con el único fin de rusificar este país, y hacernos desaparecer del mapa”

Olga, una joven reportera de la televisión estatal letona, ruso parlante, explica el revuelo montado en los medios estos últimos meses : “Las elecciones se acercan, y nadie parece tener un programa económico claro, así que esta es una buena manera de hablar de otra cosa. El país está dividido, eso está claro, y aquellos que hablan en ruso tienen una visión diferente de la historia de los que hablan en letón” Olga se muestra pesimista ante el futuro de estas dos comunidades obligadas a vivir en el mismo espacio. “No hay programas de integración, los existentes fueron cancelados por la crisis”.

Waffen SS Letonians Veterans 16.03.2010











Monday, March 08, 2010

København : La cumbre que quiso hacer historia....y se quedó en historieta.


















Monday, February 08, 2010

Ucrania mira a Moscú.

EL PRESIDENTE ELECTO HABLA RUSO

Con más del 98% de los votos escrutados Yanukovich se proclama Presidente


Con una diferencia mínima, un 48.59% frente a un 45.82%, el candidato opositor, Viktor Yanukovich, se proclamó vencedor en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ucranianas. El más del 10% de diferencia que lograse en la primera vuelta se ha volatilizado, presumiblemente al recibir Yulia Timoshenko los votos de los candidatos liberales eliminados en la primera vuelta.

Yanukovich felicitó a sus conciudadanos por haber tenido la sabia determinación de elegirlo como su presidente, y lo hizo en ruso, superada ya la necesidad imperiosa de comunicarse en ucraniano (un idioma que no es su lengua materna y que ha aprendido para poder estar vivo en política) : “La gente ha querido el cambio y creo que estas elecciones han sido el primer paso hacia la unificación del país”.

Para celebrar la victoria, y también para contrarrestar una posible movilización de los “naranjas”, los seguidores de Yanukovich, muchos de ellos venidos desde las provincias del este expresamente para este momento, se concentraron frente a la Comisión Central Electoral para exigir un reconocimiento del presidente virtual. Entre los eslóganes más repetidos se encontraba un satírico “Yulia, basta de histerias”.

Yulia Timoshenko, que lleva toda la semana de disgusto en disgusto, se negó ha aceptar su derrota, aseugando que es “demasiado pronto” para proclamar un vencedor, ya que piensa “luchar por cada voto fraudulento.

Pero por más que brame la primera ministra las elecciones han sido calificadas por los observadores internacionales de la OSCE como “transparentes y honestas”, su presidente, Joao Soares. , remarcó que “ha sido una gran demostración de democracia, una victoria para todo el mundo en Ucrania" y finalizó con un golpe directo a la estrategia del partido BIUT, de Timoshenko, atrincherado en denunciar lo fraudulento de las elecciones :"Es hora de que los dirigentes políticos del país escúchenle veredicto del pueblo y faciliten una transición de poder pacífica y constructiva". Los observadores de la Comunidad de Estados Independientes ( CEI ) aseguraron en un comunicado que “la campaña electoral y la votación, a pesar de algunas deficiencias, respondieron a los criterios de comicios libres y auténticos celebrados por sufragio universal, igual y secreto".

Con la bendición de la comunidad internacional, La Comisión Central Electoral reconoce la victoria del Partido de las Regiones en cuanto al escrutinio actual, pero, en previsión de el recurso de apelación de Yulia Timoshenko y el recuento de los votos de los ucranianos en el extranjero, la Comisión prefiere curarse en salud, así, su presidente Vladimir Shapoval adviertió que está “convencido de que ahora hasta el 17 de febrero, tal y como lo estipula la legislación, CEC anunciará los resultados electorales". Aún así, con menos del 2 por ciento sin escrutar la Victoria de Viktor Yanukovich es inamovible.

Para celebrar la victoria, y también para contrarrestar una posible movilización de los “naranjas”, los seguidores de Yanukovich, muchos de ellos venidos desde las provincias del este expresamente para este momento, se concentraron frente a la Comisión Central Electoral para exigir un reconocimiento del presidente virtual. Entre los eslóganes más repetidos se encontraba un satírico “Yulia, basta de histerias”.



MOSCÚ TACHA UN NOMBRE DE LA LISTA.

Neutralizada Ucrania, Rusia puede concentrarse en la revoltosa Georgia.

El año 2005 trajo de cabeza a Putin, Ucrania, Georgia… conatos de democracia en Bielorrusia, Azerbaiyán…todo el patio trasero se le descontrolaba, pedían alejarse del “Gran Hermano”, independencia, democracia, libre mercado….un mareo, vamos. Pero el Kremlin no perdió los nervios, jugó la baza del gas con Bielorrusia y Ucrania. La primera cayó rápido, Lukachenko no quería que por aparentar un nacionalismo que no sentía le fuese a subir la factura del gas. Ucrania necesitó dos inviernos de pasar frío y los propios ciudadanos prepararon el trono para el monarca destronado. Con Georgia la cosa pintaba complicada, pero los arrebatos guerreros de su presidente Saakashvili, se lo pusieron en bandeja a Moscú. Cuando Tbilisi quiso recuperar por la fue

rza sus legítimas provincias Abjasia y Osetia del Sur, Putin lo vió claro, un puñetazo en la mesa y todo volvió al orden, amén de que el pueblo georgiano dio la espalda a su presidente, que se unde en las encuestas y caerá, maduro, en las próximas elecciones. Plan Maestro.

En el tema que nos ocupa, la vuelta a redil de la díscola Ucrania, cabe esperar que en el momento que Yanukovich pise la Rada como presidente, las relaciones Kiev-Moscú comiencen a mejorar notablemente. Quizás vengan acompañadas de créditos rusos para rescatar la economía ucraniana, así como de concesiones y licencias a empresas rusas para que se encarguen de los negocios ucranianos, especialmente en lo tocante al gas y su transporte a los clientes europeos de Gazprom, tema espinosos durante los años de gobierno “naranja”. Es de esperar que , mas temprano qu

e tarde, Kiev admina que ya no tiene tanta prisa en desalojar a las tropas rusas de Sebastopol, y quizás entonces, así como por arte de magia, Rusia conceda ayudas destinadas a rescatar la moneda local, la grivna, que ha perdido durante 2009 el 60% de su valor.


Yulia Timoshenko se queda sola en su Cruzada.

Su negativa a aceptar los resultados palidece ante la aprobación de la OSCE.



Con el 98,95% de los votos escrutados Yulia Timoshenko, que ha obtenido el 45,73%

de los sufragios, n

o tiene ya posibilidades de convertirse en la nueva presidenta ucraniana. A Viktor Yanukovich, que ha obtenido el 48.68% le vale con esa pequeña ventaja, un 2,95%, para proclamarse legítimo presidente electo.

El resultado fue avalado por la OSCE, que en la tarde del lunes declaró que la "votación fue profesional, transparente y honesta”. Heidi Tagliavini, una de las máximas dirigentes de la misión de observadores internacionales, aseguró que las elecciones "estuvieron bien organizadas y fueron realmente competitivas".

Con estas premisas los simpatizantes del candidato opositor se plantaron, desde el medio día del lunes, frente a la Comisión Central Electoral para celebrar la victoria frente a la primera ministra, que sigue sin reconocer su derrota, y parece dispuesta a todo antes que felicitar a Yanukov

ich por su victoria, pese a que las denuncias de fraude han quedado desestimadas desde primera hora del lunes. Los manifestantes, vestidos con petos azules y armados con banderas de Ucrania en las que se leía “Yanukovich 2010 nuestro presidente” no buscaban confrontación con los partidarios de la política “naranja”, que no aparecieron por ningún lado. Vika , de 39 años, y su hija adolescente no tomaban parte en las celebraciones, sólo miraban con indiferencia al gentío. Vika asegura que no es posible una nueva “revolución naranja”, ya que “la anterior no trajo nada positivo, y la gente está cansada”

Timoshenko ya anunció el pasado jueves que cualquier resultado que no le diese a ella la victoria sería contestado ante los tribunales por sus abogados y en la calle por multitudes. Posiblemente las elecciones serán recurridas, pero en las calles de Kiev, quitando las 5000 personas que, a 11 grados bajo cero coreaban al presidente electo, no había nada de excepcio

nal. Aun así Timoshenko no se rinde, y por el momento ha conseguido que la Comisión Electoral Central se abstenga de declarar públicamente nada hasta dentro de 10 días, en espera de las alegaciones ante la corte suprema. Aliona, redactora de la publicación de Sebastopol “Barricada” se lamenta de que” en Ucrania se ganen las elecciones en los tribunales, y no en las urnas”.

El nuevo presidente tendrá que lidiar con un país profundamente div

idido Gobernar para el noroeste del país, que le es hostil a él y a sus políticas de contención de Moscú, no será fácil, más aún cuando la bipolaridad del poder, Presidente-primer ministro, cae en espirales de enfrentamientos, torpedeando el ejercicio del poder, precisamente lo que terminó por hundir la malograda “revolución naranja”.





LOS UCRANIANOS QUIEREN UN SALARIO DIGNO Y MENOS BUROCRACIA.

“Papá, papá, ¿qué son estos falsificadores de los que habla la tele?, Los que no votamos a Yulia, hijo mío.” Este es el chiste con el que abre la revista satírica ucraniana “Korespondient”, que refleja la sensación que tienen, tras una tensa campaña electoral, los ucranianos.

En un vagón de metro, abarrotado, en dirección al centro de Kiev desde el extrarradio, Dima, un joven programador de 25 años me explica que desde que la crisis eclosionara en el país en los vagones del suburbano se han multiplicado por diez los anuncios, diminutos papeles pegados con celo en las puertas y ventanas, que ofrecen tele trabajo. Dima trabaja “en negro”, como “todos en este país”, y va a votar por Yanukovich, pese a su turbio pasado y su nulo magnetismo personal, Timoshenko ya “nos ha demostrado lo que vale”. Cuando salimos del vagón Dima se pone serio “no entiendo por que siempre ponemos a un Freak al frente de nuestro gobierno”, yo me río, pero no era un chiste.

En los pasillos del metro las ancianas que venden los productos recolectados en sus “dachas” (casas de campo), comparten lugar con comerciantes de los más variopinto, sin duda, el limonero de metro y medio que ofrece un paisano junto a las escaleras mecánicas se lleva el premio de la mañana. Entre el ir y venir de gente en los pasillos, muy animados este fin de semana pese a que los 5º en el interior no permiten quitarse el gorro, guates, bufanda, capucha y abrigo, Tanya, una funcionaria de Kiev, se detiene a hablar conmigo. Votará por Timoshenko, y confía en que “pueda mejorar las relaciones con Rusia”, al fin y al cabo “somos como hermanos”. Sin duda, para los ucranianos, este es un tema fundamental, y es lo que explica “el rotundo fracaso” de Viktor Yuschenko.

En un restaurante “bistro” (comida rápida Rusky-style) Lili celebra su 20 cumpleaños junto a sus padres y su mejor amiga. Es la primera vez que puede votar, lo hará, pero votará en blanco. “los dos son lo mismo”. Sus padres no piensan votar, mientras la amiga de Lili, Margarita, también de 20 años, votará por Timoshenko, “ella no me gusta, pero él es un impresentable”.

Dimitry, un roquero de pelo largo y perilla cuidada, espera a su novia con una rosa roja en la mano en la plaza “Maidan”, en pleno centro y a 13 grados bajo cero. El votará por Yanukovich, aunque confiesa que sin “mucha alegría”. Él le pide al nuevo ejecutivo “un mejor salario” y, sobre todo, que se “elimine la burocracia para los negocios.” Dimitry y su padre intentaron abrir una tienda de muebles, se rindieron ante la maquinaria burocrática, que en este país se divide en dos” la local, controlada por Yanukovich, y la nacional, controlada por el gobierno central”. Me cuenta Dimitry que para abrir un negocio hay que pasar, y sobornar, hasta por cinco agencias estatales diferentes, que se superponen, peleándose por las competencias.

También votará por Yanukovich Nikolay Borishov, un jubilado de 71 años, que desea que el nuevo gobierno de “un giro hacia Rusia”. “Tenemos una historia difícil, sangrienta, pero ahora es ahora” dice, mientras me mira con un solo ojo abierto, azul, firme y seguro de si mismo. Para salir de la crisis Nikolay apuesta “por mejorar las infraestructuras energéticas, de la mano de Rusia” y, lo primero, “acabar con la corrupción”.

Kiev está de fin de semana, la nieve se amontona en los arcenes y caminar es todo menos sencillo. En uno de los numerosos parques de la ciudad, “Park Bladimirskaya”, desde el que se divisa toda la ciudad y el río Dineper, totalmente congelado (y sobre el cual la gente patina en esta soleada mañana) hablo con tres jóvenes que salen de un oficio religioso, Aliona, Marina y Valentin. Aliona está deseando hablar en inglés, se nota por que no me deja hablar en ruso. Ellos confían en que en “unos 25 años Ucrania y Rusia vuelvan a ser una nación” ya que el sueño de Timoshenko, de entrar en la UE “es imposible”. Luzmila y Andrey, un matrimonio de 50 años nos escuchan e intervienen sin miedo en la conversación. Andrey asegura que “hay que re nacionalizar las empresas” controlar los precios y centrarse en la economía. “Ya está bien de tanta política”.