Thursday, October 02, 2008

Zapatero, Medvedev y el Sexo de los Ángeles.

Con todo el pescado vendido se reunieron el pasado miércoles 1 de octubre el presidente español, Jose Luís Rodriguez Zapaetro y el Presidente de la Federación Rusa, Dimitri Medvedev, en la residencia de verano de este último, el Palacio de Konstanstinosky, a las afueras de San Petersburgo (Peter, para los amigos).

En la agenda oficial los temas previsibles, la pasada guerra de Sur Osetia, la Crisis Internacional y las relaciones bilaterales, sobre todo las económicas.

En lo referente a la pasada guerra del Caucaso los medios se había hecho eco de las declaraciones, algo altisonantes, del Ministro de Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, quien había Insinuado, en un pretencioso arrebato de autocomplacencia, que España "va a empujar a Rusia a Cumplir sus compromisos" de retirarse de territorio georgiano antes del 10 de octubre.Parece improbable que España pueda empujar a Rusia a hacer nada, sea retirarse de Georgia o reforestar Azerbayan, así que lo único coherente es pensar que Moratinos sólo trató de dar una importancia a esta cumbre que ni tenía ni podía tener.

Las relaciones Bilaterales, que evidentemente son buenas, más que nada por que no existen puntos de confrontación, amén de que los cauces de diálogo entre España y Rusia suelen pasar por la UE, no son destacables más allá de un notable incremento de la inversión española este último ejercicio que, no obstante, queda muy alejado de las inversiones españolas en Venezuela, Brasil o Alemania.

En cuanto a la Crisis Internacional ambos mandatarios coincidieron, ¡que sorpresa! , en apuntar a los EEUU y su cataclismo financiero como la madre de todos los males, echando balones fuera. Eso si, el Presidente Ruso lo hizo con más guasa, al fin y al cabo Rusia tiene la sartén por el mango de los hidrocarburos y puede desmontar media Europa cerrando un gaseoducto.



Así que chicha más bien poca. Zapatero evitó mojarse en preguntas más peleonas, como si apoyará el ingreso de Ukrania en la OTAN o si piensa reunirse con Rajoy (dijo que si, pero que ya veremos cuando).

A partir de allí se acabo la cumbre y empezaron las preguntas referentes al futuro de Rusia frente a los futuribles presidentes de la Casa Blanca. Zapatero, que había dejado caer en un encuentro con periodistas la semana pasada que si gana McCain volveríamos a la Guerra Fría se escabulló como pudo de la cuestión abogando pr un entendimiento universal y deseando lo mejor para la humanidad, ballenas y protozoos gane quien gane las elecciones en los EEUU. Medvedev, se limitó a recordar que los EEUU lo que tienen que hacer es poner en orden sus cuentas y dejarse de tonterías.

El encuentro, insípido, predecible e innecesario terminó con un "Rusia ama a España" de un Medvedev evidentemente cansado de una traducción simultánea molesta por lo mediocre. ¿Y España? "España ama a Rusia" faltaría más.